“…Mas allá de la lectura literal del relato bíblico y de los resultados de las excavaciones arqueológicas, lo cierto es que el Reino de Israel empezó a perder su fuerza posterior a la caída de la dinastía de los Omrid (886-842) 79 . Según el historiador Lemaire, su caída habría estado ligada a una decadencia que vivió por un período de al menos dos siglos, donde Israel vivió en una constante inestabilidad política, sufriendo al menos ocho golpes de Estado acompañados de sus respectivos cambios dinásticos 80 . Finkelstein y Silberman señalan que, tras la caída de la dinastía Omrid, "los siguientes ciento veinte años... fueron, en la historia del norte de Israel, una época de grandes transformaciones sociales, de éxitos seguidos de desastres económicos y de constante adaptación para sobrevivir ante la amenaza del imperio vecino" 81 .…”