Handbook of Pediatric Neuro-Ophthalmology

Abstract

Crítica El tamaño reducido de este libro puede resultar engañoso por la cantidad de información que recoge, abundante y acompañada de un gran número de imágenes en color y de tablas. Este grupo de autores de reconocido prestigio internacional ha focalizado el manejo de la patología neuroftalmológica en la población pediátrica, con características propias. El primer capítulo se centra en la embriología. Numerosos dibujos ayudan a entender cada una de las etapas y esto es necesario para comprender el desarrollo de las disgenesias oculares, ampliamente ilustradas. El segundo capítulo proporciona consejos prácticos sobre la exploración neuroftalmológica y los dos siguientes tratan de facilitar el manejo de los niños con baja visión. El quinto capítulo, centrado en las alteraciones de la motilidad ocular, es uno de los más interesantes y en él se describen los trastornos tanto neurológicos como musculares que debutan con mayor frecuencia en la infancia. Sin embargo, se echan en falta esquemas que ayuden al diagnóstico diferencial. La primera parte sobre los trastornos supranucleares y las parálisis de los pares craneales resulta de gran utilidad para enfocar la necesidad de pruebas diagnósticas complementarias. Recordar todas las anomalías congénitas del nervio óptico y sus asociaciones se simplifica con cinco principios generales. A partir de ahí, se desarrolla e ilustra cada una de las anomalías, con tablas que ayudan a distinguirlas y haciendo énfasis en las asociaciones sistémicas y en la indicación de los estudios de imagen. En el séptimo capítulo, un breve recordatorio de una patología poco conocida, la disfunción visual cortical asociada a la prematuridad.

Functional characterization of orbicularis oculi and extraocular muscles

“…EOMs, the fastest muscles in the body, derive from somitomeres (preotic mesodermal segments; Wright et al, 2006). There are six EOMs distributed in three antagonistic pairs of muscles that finely control eye movements (Spencer and Porter, 1988); they are innervated by three cranial nerves (III, IV, and VI; Sadeh and Stern, 1984).…”