“…De acuerdo con la Conafor (2010Conafor ( , 2014, la mayor parte de los MFC se distribuyen en la vertiente del golfo de México, destacando los maderables y comerciales como eucalipto, hule, teca y melina. La explotación de los MFC en los últimos 30 años ha llevado a la degradación y/o pérdida de ecosistemas naturales, así como una transformación de los paisajes ya antrópicos, por ejemplo, pastizales (Foroughbakhch et al, 2017). Tabasco, en el sureste de México, ha experimentado una enorme transformación por MFC impulsada por empresas privadas para obtener productos maderables y no maderables, aprovechando las condiciones edáficas y climáticas favorables (Rojo-Martínez et al, 2011;Zavala-Cruz, 2019), de tal manera que esta transformación repercute en la calidad e integridad de los ecosistemas y biodiversidad a nivel local (Sernapam, 2015).…”