Resumen Los estudios sobre envejecimiento y longevidad deben tener carácter multifactorial y multidisciplinar, e incluir cuestiones relacionadas con la capacidad funcional y la calidad de vida. La biogerontología cubre aspectos apasionantes como la senescencia celular o mitocondrial, el papel del telómero, los radicales libres, las consecuencias del conocimiento del genoma humano en relación con los llamados genes del envejecimiento, las posibilidades del CRISPR o los avances en biología molecular, pero resulta insuficiente si no incorpora e integra otras esferas de conocimiento. Entre ellas los condicionantes psico-comportamentales, las consecuencias de los cambios demográficos y epidemiológicos; los avances en geriatría en temas como el estudio de la fragilidad, la sarcopenia, la interacción fármacos-envejecimiento y otros. También las posibilidades derivadas de las nuevas tecnologías y el campo de los problemas bioéticos, en especial el de la discriminación por edad.