“…Se observó engrosamiento y mayor vascularización en la teca, las células foliculares pasaron de una morfología aplanada a cubica, la zona pelúcida se hace presente y comienza a engrosarse lo largo de la vitelogénesis, diferenciándose en dos regiones: la zona radiata y la capa homogénea y el ovoplasma comienza a saturarse de plaquetas vitelinas, las cuales en un principio se localizan en la periferia del ovocito pero conforme trascurre la vitelogénesis, la plaquetas vitelinas se acumulan de manera concéntrica, ocupando la totalidad del ovoplasma y desplazando al núcleo o vesícula germinal junto con el citoplasma activo hacia un región del ovocito denominada polo animal, donde también se observa una acumulación de gránulos pigmentarios. Este proceso es similar a lo descrito en otras especies de anfibios (Dumont, 1972;Sharon et al 1997;Prado et al 2004;Oliveira y Santos, 2004;Montezol et al 2018;Tapia-Guato, 2018). De acuerdo con Uribe (2003), Grier et al (2009) y Ogielska y Bartmanska ( 2009), la vitelogénesis se puede definir como un proceso de heterogénesis, el cual se caracteriza por la gradual acumulación de sustancias de reserva denominadas en conjunto vitelo, compuesto por fosfoproteínas, lípidos y glucógeno; los cuales serán utilizados cómo fuente nutricional por el embrión.…”