Gabriela Mistral, desde su adolescencia una activa promotora de la emancipación de la mujer, escribió que la esencia de la feminidad se encontraba en la maternidad. De este modo nuestra Premio Nobel sería una influyente exponente de un feminismo que reivindica los derechos de la mujer fundado en la igualdad con el varón, pero también en la capacidad intrínseca y única que tiene de ser captadora de vida. Ahora bien, nuestra poeta reclamó que el ser mujer no se agotaba en la maternidad biológica y que esta, a su vez, rebasaba su naturaleza biológica, ampliándose a la creación cultural. Para demostrar lo recién afirmado, el autor se adentra en la prosa, poesía, correspondencia privada y diarios personales de Gabriela Mistral, para sostener que ella realizó un ideal de vida de mujer independiente, madre material (adoptiva) y espiritual (poeta, política y mística), que intentó conciliar todos estos roles, alcanzando una vida plena, dramáticamente plena.