“…El concepto de "capitaloceno", además de ser ampliamente discutido, estuvo aparejado al desarrollo de una serie de categorías analíticas de carácter específico, relacionadas con los propios sistemas de producción y consumo, las diferencias regionales y los impactos diferenciados de los más variados sociometabolismos en los colectivos sociales más diversos. Plantacionoceno (Haraway, 2016;Lowenhaupt, 2015), econoceno (Norgaard, 2013), tecnoceno (Hornborg, 2015), faloceno (Acosta, 2018) y basuroceno (Armiero, 2021), son solo algunos de estos conceptos desarrollados, ya sea para dar cuenta de dimensiones específicas del Antropoceno reconociendo su difícil generalización, o para rehuir al reduccionismo que se le ha señalado al concepto capitaloceno. A partir de lo anterior considero que las críticas al término Antropoceno son de gran valía, como vías de visibilización de las especificidades y responsabilidades en la construcción sociohistórica de una insustentabilidad que, al tiempo que es global, resulta profundamente diferenciada.…”