“…Por otra parte, el abuso se define como cualquier consumo que dañe el bienestar físico, mental y social del individuo por el uso continuo de la sustancia y la dependencia consiste en el uso excesivo de esta, adquiriendo la máxima prioridad para el individuo, por lo cual, desencadena una serie de síntomas negativos a nivel cognitivo, conductual y fisiológico, esto se relaciona con la falta de control y un carácter compulsivo que de acuerdo con los estudios se encuentra vinculada con factores de vulnerabilidad que afectan las funciones ejecutivas, el comportamiento y los estados emocionales debido a alteraciones cerebrales en el sistema neurobiológico (Acosta, Cuartas, & Juárez, 2017;Acosta, Juárez & Cuartas, 2018;Camelo, Olivares, & Carballeira, 2016;OMS, 2004) En la conducta adictiva intervienen diversas zonas cerebrales y daños en estas áreas dificultan la realización de tareas, los procesos cognoscitivos y aumentan el comportamiento impulsivo (Beverido, 2010;Villa, Navarro & Villaseñor, 2017). Una de estas estructuras es el núcleo accumbens cuya función permite explicar la conducta adictiva.…”