En este artículo se abordan algunos hallazgos preliminares sobre el impacto que el abuso sexual sufrido en contexto eclesial tuvo en la juventud de algunos entrevistados. El concepto «juventudes robadas» presenta, por una parte, la realidad de violencia que experimentaron los entrevistados y, por otra parte, la dimensión de usurpación de sus juventudes al estar sometidos a estructuras relacionales y doctrinales abusivas. Se abordan dos dimensiones del abuso sexual. La primera de ellas profundiza la dinámica relacional abusiva que el perpetrador instala con sus víctimas desde una jerarquía de poder institucional. La segunda dimensión, por su parte, recoge el impacto de ese vínculo abusivo en la construcción y significado de juventud de los entrevistados.