“…En suma, Colombia deberá apostar a un diseño institucional que permita desarrollar armónicamente el deporte, tanto en el sector público como en el privado, desde el nivel municipal y distrital, hasta el departamental y nacional, respetando la autonomía de las entidades territoriales, consagrada en la Constitución Política de Colombia (Asamblea Constituyente de Colombia, 1991). En este sentido, para no caer en el peligro mundo de la incertidumbre, se deberá agotar una discusión amplia, que favorezca la concertación, tal y como señala Ordoñez et al (2023) "Los acuerdos racionales con la comunidad son posibles, cuando se identifican los problemas reales del deporte y la actividad física, con la participación activa de los grupos de interés".…”