El derecho de petición era uno de los derechos fundamentales que se establecieron en los sistemas liberales durante el siglo XIX. En el caso concreto de Perú, en torno a los cambios políticos que experimentó el país a lo largo de la década de 1860, fueron numerosas las ocasiones en que determinados grupos de población acudieron a esta garantía constitucional para tratar de influir en la política. Así, este artículo propone un análisis de este derecho entendiéndolo como una de las estrategias de participación política indirecta con las que contaba la ciudadanía peruana del siglo XIX para intervenir en el sistema político liberal.