“…En esta línea, se considera que la situación de emergencia sanitaria con la consiguiente suspensión de la presencialidad escolar, permitió visualizar el peso que actores/as externos al núcleo de convivencia tienen en las tareas de cuidados, permitiéndonos pensar los mismos desde una perspectiva colectiva y social. A los efectos del presente estudio cobran relevancia las instituciones educativas formales, no formales, las comunidades, y los servicios que provienen de políticas públicas, como parte de una red amplia de cuidados en diálogo con las familias (Marotta, 2020). Asimismo, la pérdida o suspensión de estas redes de apoyo extendidas (Conejo, Chaverri y León, 2020), así como la vulnerabilidad de abuelos y abuelas que requirieron mayores cuidados y protección (De Grande, Frasco Zuker, Gaitán y Llobet, 2022) dejó al descubierto no solo una perspectiva de interdependencia en la tarea de cuidar, sino la necesidad de desplegar nuevas estrategias para hacer sostenible la afiliación educativa de niños y niñas, entendiendo la misma como parte del ejercicio de cuidados.…”