“…Se trata de las identidades de género definidas como "todo un conjunto de roles, expectativas, creencias, rasgos personales, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades perfectamente reglamentados" (Muñoz González, Rivero Jiménez, y Fondón Ludeña, 2013, p.44) que se van integrando en el yo personal, pero también corporal y motriz ya que el género es "una realidad encarnada que trasciende a sus contornos y proporciones" (Muñoz González et al, 2013, p.44). En palabras de Bourdieu se trataría de "cultura convertida en natura, esto es incorporada" (Bourdieu, 1991a, p.188), de tal forma que aquella persona que tenga cuerpo de mujer, deberá hacer cosas de mujer y viceversa con el cuerpo del hombre (Muñoz González et al, 2013). Por tanto, el género se inserta en el cuerpo haciendo del mismo un producto corporal que refleja, en última instancia, las relaciones de poder de una sociedad como veremos a continuación (Martín Casares, 2006;Pedraza Bucio, 2012).…”