“…Cada etapa evolutiva del sujeto tiene unas características determinadas frente al desempeño de tareas creativas, de esta manera, tal desempeño no es igual en el niño que en el adulto, y a su vez se manifiestan diferencias entre las edades similares, puesto que, la experiencia brinda más elementos para producir alternativas más elaboradas y novedosas, aunque también podrían obedecer al uso de diferentes estrategias (Privodnovaa y Volf, 2016). Por otra parte, se manifiesta que la creatividad puede disminuir notablemente durante la vejez, aunque, no antes de los 70 años pues es durante el lapso de los 40 hasta los 70 años donde se estabiliza el pensamiento divergente, aun, cuando la producción creativa no tenga esta misma medida, se reconoce que durante la vejez el desempeño creativo general puede disminuir (Palmiero et al, 2014), aunque, de igual manera esto depende de variables como la salud, la cognición, la actitud, el tipo de tarea, nivel educativo, el dominio,… (por ejemplo, Elisondo y Donolo, 2018).…”