“…La relación espacial en el ámbito tecnoproductivo, configuró la relación entre filiales y matrices empresariales, auspiciadas por integraciones verticales y horizontales (proveedores, espacios y factores productivos) para tiempos de suministro y entrega, la producción se distribuye por encargo a proveedores independientes, y a través de tecnología digital se resuelven aspectos de escasez, capacidad ociosa y preferencias, haciendo posible la estandarización de tendencias justo antes de la entrega final al consumidor (Camargo, Pereira y Scarpin, 2020). En este punto, confluye el uso que se da a los espacios locales, preferencias y estandarización productiva, lo que da cabida a la integración de modelos productivos en cuatro grandes bloques: i) integración vertical, que sincroniza proceso productivo y diseño, ajusta la producción a la demanda a través de colaboración de proveedores, de procesos de subcontratación que deben ajustarse a periodos de entrega cortos, es un modelo innovador en respuesta rápida a la demanda con modelos de justo a tiempo en diseño, ii) un modelo productivo predominante, con procesos clásicos de diseño y producción en condiciones de subcontratación, iii) el prototipo de franquicias, que comercializa a través de ellas y realiza procesos clásicos de diseño y producción, iv) un modelo híbrido de los modelos anteriores, posee procesos de diseño, producción, cercanía a proveedores, que le permite tener amplitud de aprovisionamiento de materia prima, comercializa con tiendas propias, pero con independencia administrativa entre ellas (Barreiro, 2008;Barrios, 2012).…”