“…En este sentido, se busca evitar que el liderazgo descanse en una sola persona, distribuyendo las responsabilidades, la dirección y las acciones a los miembros del equipo, fomentando la colaboración y las interacciones recíprocas, así como proporcionando autonomía a estos para hacer contribuciones [11,12]. Lo anterior busca fortalecer la responsabilidad, la autoconfianza y la motivación, además de desarrollar una cultura de cooperación y flexibilidad [13], que permita que cada miembro del equipo aporte conocimientos, habilidades y perspectivas que contribuyan al éxito del equipo [14]. El liderazgo compartido al conceptualizarse como un surgimiento dinámico de líderes dentro del equipo desarrolla estructuras densas y horizontales, propiciando además la transferencia de información, colaboración y soporte del equipo [9,15].…”