“…Hoy, a 144 años de la firma del Decreto Amunátegui, la pregunta ¿por qué no hay más mujeres ingenieras? es pertinente, porque aún existen innumerables obstáculos para que una mujer opte por ingeniería (De Souza y Ney, 2017;González-Palencia y Jiménez, 2016). Diversas investigaciones proponen que los estereotipos asociados a las ingenierías; la falta de referentes femeninos en la disciplina; las características y dificultades latentes tanto de los espacios educacionales como laborales, en su conjunto, han desincentivado la participación de la mujer (Lorenzo Rial et al, 2016;Hill et al, 2010;Oliveros et al, 2016;SCM, 2014aSCM, , 2014b De la experiencia formativa de las estudiantes de pregrado de ingeniería en Chile se registra la existencia de barreras sociales de género; se reconoce que ingeniería es un ambiente masculinizado, donde escasean referentes mujeres que permitan ampliar las posibilidades de las estudiantes; las estudiantes evidenciaron ser víctimas de una barrera social a partir de prejuicios y estereotipos de género antes, durante y después de su paso por la carrera; respecto de la percepción de desigualdad las autoridades hombres, ellos no perciben la desigualdad de género que identifican las estudiantes, a pesar de que son conscientes de que se necesitan cambios (FING, 2019).…”