“…La percepción de falta de habilidades sociales parece implicar mayores niveles de estrés y soledad que finalmente repercuten en una peor salud física y mental (Segrin, 2019), media la relación de victimización entre iguales y autoestima (Resnik y Bellmore, 2019) e interviene en la eficacia terapéutica en TP (Ramos, 2013). Por otro lado, los pensamientos automáticos parecen ser un mediador significativo en la relación entre depresión y comportamiento suicida (Choon et al, 2015), intervienen en la ansiedad social (Iancu, Bodner, Joubran, Lupinsky y Barenboim, 2015) y se han relacionado con una amplia variedad de síntomas como somatización, ansiedad, depresión o dificultades para conciliar el sueño en mujeres postmenopáusicas (Ertekin, Beyazit y Sahin 2018). Las actitudes disfuncionales se han relacionado con síntomas depresivos en el postparto (Fonseca y Canavarro, 2018), predicen de forma significativa las recaídas y recurrencias en depresión (Brouwer, Williams, Forand, DeRubeis y Bockting, 2019) y dificultan el cambio en TP (Ramos, Franquelo, Franesqui y López, 2017).…”