“…En complemento a las fuentes tradicionales para la elaboración de enmiendas orgánicas, los carbones de bajo rango o carbones pobres, en algunos países ha sido considerado como una materia prima más homogénea y de oferta relativamente constante (Giannouli et al, 2009;Cubillos et al, 2017;Valero et al, 2018). Desde mediados del siglo XX es común la obtención de SH a partir de leonarditas, carbones pardos, lignitos e incluso carbones bituminosos, de tal suerte que en la actualidad los CBR se han considerado como fuente apropiada para la obtención de enmiendas orgánicas ricas en SH (Chassapis y Roulia, 2008). Se ha concluido que la posibilidad de usar materiales carbonosos como materia prima para el desarrollo de enmiendas y fertilizantes orgánicos para el sector agrícola, depende de las características particulares del material que se pretenda utilizar, puesto que existe una variación significativa entre carbones procedentes de diferentes yacimientos (Taylor y Francis, 2004).…”