“…ha devenido en una tarea, otra más, a ser gestionada por sus directivos y docentes que supone una tenacidad y un optimismo, muchas veces, casi patológico (Duk y Murillo, 2018). En consecuencia, y como hipótesis secundaria, planteamos que entre las dinámicas de inclusión-exclusión, se promueven procesos y prácticas de autogestión y agencia (Grinberg, 2019(Grinberg, , 2020 que acontecen sin contar con los recursos ni las condiciones para garantizar la inclusión. Así, la noción de inclusión gerenciada la proponemos como un modo de describir un clivaje de la inclusión que nos interpela tanto en el análisis de los contextos escolares singulares/locales, signados por la precaridad (Butler, 2010), como de los efectos de subjetivación y precarización de quienes hacen escuela cotidianamente.…”