“…Se encontraron objetivos orientados a determinar la relación entre consumo y comportamientos violentos en escolares (Chavarriaga & Segura 2015), y el funcionamiento familiar para la promoción de la salud (Macías et al, 2020). Hay interés por determinar la prevalencia de consumo en adolescentes escolarizados (Vázquez et al, 2014;Villarín et al, 2005), describir las etapas de cambio del comportamiento (Núñez et al, 2019), susceptibilidad para el uso de tabaco (Cogollo & De la Hoz, 2018), la prevalencia de consumo de sustancias legales y los cambios a partir de una intervención comunitaria evaluando, además, el PIBA (programa de intervenciones breves con adolescentes de zonas rurales) (Villatoro et al,2016), y los efectos de la intervención, riesgos y autoeficacia (García et al, 2011). Se encontraron además, investigaciones para evaluar el impacto de intervenciones educativas para prevenir el uso de alcohol (Alonso et al, 2008).…”