La educación basada en el desarrollo sostenible permite una relación armónica entre los compromisos sociales, políticos y económicos con el medio ambiente mediante el abordaje práctico de contenidos y proyectos socio ambientales. A pesar de su reconocida importancia a nivel mundial, y se estar incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, en Latinoamérica, de forma general, poco se ha logrado en el campo educativo sobre la priorización del tema ambiental y sostenible, así como su impacto en la sociedad, medido en las prácticas ecológicas y sostenibles llevadas a cabo en los países de la región. De forma aislada y desarticulada, los países mejores conocidos por sus iniciativas ambientales, intentan desarrollar una cultura sostenible como resultado de una concientización de la población sobre la importancia de la sostenibilidad, y por la inminente advertencia del agotamiento de los recursos y las consecuencias del cambio climático y la contaminación. La priorización de los problemas sociales y económicos que la región enfrenta, dejan en plano secundario la educación basada en sostenibilidad, y evidencian el largo camino que aún le queda por recorrer para tratar el tema de la sostenibilidad de forma integral con todos los sectores sociales y productivos y lograr cambios significativos en toda la región.