“…Lo anterior se puede explicar debido a que la mayoría de los ecosistemas forestales en algún momento de su desarrollo fueron sometidos a manejo, lo que origina baja diversidad debido a los tratamientos silvícolas que se involucran (Hernández-Salas et al, 2013), lo cual es consistente con diversos estudios realizados para ecosistemas forestales (García-Aranda et al, 2012;Medrano-Meraz et al, 2017;Méndez Osorio et al, 2018). Este tipo de ecosistemas forestales, además suelen presentar una diversidad baja debido al gradiente elevacional en el que se desarrollan, donde los principales factores abióticos suelen ser el clima, la temperatura, la precipitación, pendiente (De León Mata et al, 2013;Sánchez-Gutiérrez et al, 2021) y tipo de suelo (McCain, 2005), lo que causa que se presentan cambios en la diversidad y estructura, aun cuando se trata de ecosistemas muy similares, ya que los requerimientos ecológicos de cada especie son diferentes (Sánchez-Gutiérrez et al, 2021). En el noreste de Nuevo León, en la Sierra Madre Oriental, los estudios florísticos en ecosistemas forestales que superan el rango elevacional de los 2000 m, con clima de tipo templado subhúmedo, precipitaciones entre 600 y 1200 mm y con una temperatura media anual de 14 a 18 °C, han presentado diversidad baja para ecosistemas con asociaciones de pino-encino (Buendía-Rodríguez et al, 2019;Quijada et al, 2020).…”