“…En estos términos es que se plantea el concepto de conciencia ecológica (Vargas 2011), el cual ha evolucionado principalmente desde el concepto de educación ambiental, pero incorporando una perspectiva posmoderna, sumando herramientas nuevas como la educación empática (a través de las emociones y el afecto) (Pitman and Daniels 2020). En este contexto actual de crisis, la importancia de desarrollar actividades que aumenten la conciencia ecológica en, por ejemplo, las comunidades que habitan grandes centros urbanos se vuelve urgente, ya que permite que las personas no sólo ganen comprensión de los problemas socioecológicos (Anderson et al 2015), sino también para desarrollar un sentido de participación (Hinchliffe et al 2005), empatía o, incluso, afecto hacia la naturaleza (e.g., Van Der Hoeven Kraft et al 2011), cambiando sus actitudes hacia el mundo natural y tomen conciencia de cómo sus propias actividades impactan en sus espacios (Liboiron 2021). Un ejemplo emancipador es el del colectivo de mujeres Tejiendo conCiencia, en el que, a través de difundir y promover el uso responsable de plástico mediante el tejido de bolsas reutilizables, conversan sobre conservación de la naturaleza y justicia ambiental en espacios marginales y vulnerables de la Argentina (ver Material Suplementario, Propuesta emancipadora 6).…”