“…La escuela es, pues, un contexto privilegiado para la formación de mentalidades y comportamientos, con la posibilidad de implicar a las familias y, por tanto, a la comunidad. De hecho, establecer la conexión escuela-estudiante-familia es de suma importancia (Castellano et al, 2021;Civil, 2020), ya que, en el caso que nos ocupa, los estudiantes pueden influir en las actitudes de sus padres, reforzando la importancia de la conservación de la naturaleza, ajustando sus conocimientos al lugar donde viven (Rosalino & Rosalino, 2012). Esta conexión con el contexto en el que se inserta la escuela también es fundamental, como hemos visto, para el desarrollo del aprendizaje significativo, de ahí también la construcción del itinerario de enseñanza-aprendizaje al que aquí nos referimos en una comunidad multidisciplinar − (Rocha et al, 2021).…”