“…Tales glosas van desde las pequeñas explicaciones acerca de un concepto o nombre propio (por ejemplo de una deidad o personaje histórico), llamadas de atención sobre una determinada figura retórica o, sobre todo, alusiones a las fuentes de inspiración de un fragmento. Sin embargo, a la luz de una importante serie de trabajos de Pedro Conde Parrado centrados en la práctica de Lope como escoliasta de sus propias obras, hoy se tiene conciencia de que los autores del Siglo de Oro no actuaban con entera honestidad en el ejercicio de revelar sus modelos (Conde Parrado, 2017, 2019, 2020, 2021. La cita de un clásico sobre la Envidia, o el guiño al verso de algún poeta neolatino de segundo orden, muchas veces eran fruto, más que de una sólida erudición humanista, de la consulta de una compilación enciclopédica como la Officina y los Epitheta de Ravisio Téxtor, los Poetarum flores de Mirándula o la Summa de virtutibus et vitiis de Peraldo.…”