“…En el ámbito educativo se habla de la educación en emprendimiento (EE) como un elemento básico para desarrollar el espíritu emprendedor en las nuevas generaciones desde dos enfoques: el utilitario, es decir, impartir conocimientos específicos para la creación de empresas y, el enfoque social, cuyo objetivo es desarrollar competencias transversales o blandas que son de gran utilidad para la vida diaria en diversos contextos (Damián, 2020;Damián y Cobos, 2022), sobre todo de tipo laboral. Por lo anterior, cada día se incremente el número de especialistas que reconocen el papel de las instituciones de educación superior (IES) en la formación de profesionistas emprendedores (Araya y Avilés, 2020;Toledano et al, 2010) que sean capaces de responder a las exigencias actuales de la sociedad identificando las necesidades del ámbito económico y social y den respuestas pertinentes a estas (Carrera et al, 2021). Quizá por ello, como dicen Cavero et al (2017), existen especialistas que han investigado y documentado las mejores prácticas sobre EE en universidades de Estados Unidos, Finlandia, Dinamarca, Islandia, Noruega, Suecia, Singapur, Corea del Sur, Israel, entre otras, que sirven de referencia para los gobiernos de otros países.…”