Año a año, la asignación de recursos en salud se ha incrementado. Para el año 2009 fue de S/ 6,9 mil millones y en el año 2017 asciende a S/ 17,2 mil millones, este incremento debe ir a la par con la mejora de resultados sanitarios; esta forma diferente de asignar recursos y buscar resultados es lo que se denomina presupuesto por resultados (PpR), el cual viene implementándose desde el 2007.El PpR tiene cuatro instrumentos que permiten su operatividad, el primero de ellos son los programas presupuestales. Cabe precisar que el diseño de un programa presupuestal está basado en evidencias, contribuyéndose en una gran oportunidad para los investigadores, ya que sus hallazgos permiten identificar factores causales de los principales problemas sanitarios. Así mismo, permite identificar a través de evidencia científica, las intervenciones más efectivas para el logro de resultados. A la fecha, se cuenta con nueve programas presupuestales que abordan los principales problemas de salud pública (desnutrición, mortalidad materna y neonatal, tuberculosis, VIH/SIDA, enfermedades metaxénicas y zoonóticas, hipertensión arterial, diabetes mellitus, salud bucal, salud ocular, intoxicación por metales pesados, cáncer, problemas de personas con discapacidad, emergencias y urgencias médicas y salud mental).El segundo instrumento es el seguimiento o monitoreo de indicadores, lo cual implica reunir datos de diversas fuentes, identificar un conjunto de indicadores y metas para aportar información oportuna a los diferentes niveles de gobierno. El tercer instrumento son las evaluaciones independientes, las cuales se realizan sobre la base del monitoreo, con un análisis más profundo que tiene en cuenta los cambios contextuales, aborda asuntos relativos a la atribución y analiza en muchos casos situaciones hipotéticas. El cuarto y último instrumento son los incentivos a la gestión, por medio de los cuales los gobiernos locales y regionales se involucran en el cumplimiento de metas (1) . Los programas presupuestales en salud están estructurados sobre una cadena de valor (insumos, actividades, productos y resultados). En cada eslabón de esta cadena se pueden identificar indicadores que, posteriormente, se vinculan con métodos de recopilación de datos. Este modelo de cadena de resultados permite enfatizar las necesidades de análisis, pero, sobre todo, permite monitorear y luego evaluar las intervenciones que forman parte de un programa.La evaluación se convierte en una herramienta clave en este proceso, pero bajo esta estructura y en la interacción con el sector Salud, nos encontramos con una serie de problemas para desarrollar evaluaciones de los programas e intervenciones sanitarias, tales como no contar con línea de base de los indicadores y que las metas se establecen solo para algunos indicadores, los evaluadores tienen problemas de accesibilidad a los datos, los análisis de los programas se llevan a cabo por separado y sin referencias o vínculos con contexto del sector Salud.Normativa y estructuralmente el Ministerio de Salud (MINSA) (L...