“…Valenzuela et al (2005) evaluó el riesgo ocupacional para B. canis en Chile, con una muestra de 100 veterinarios y peluqueros caninos mediante la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI) y contrainmunoelectroforesis (CIEF), obteniendo 4% de seropositividad; resultado similar al del presente estudio, aunque ciertamente con técnicas serológicas diferentes. A nivel internacional, se ha reportado 3.6% de seropositividad por B. canis (Krueger et al, 2014), datos que coinciden con los resultados del actual estudio, aunque en la presente investigación no se pudo establecer la especie, ya que las técnicas serológicas utilizadas des-criben algunas reacciones cruzadas con bacterias gram negativas, como por ejemplo Pseudomonas spp o Bordetella bronchiseptica, entre otras (Pardo et al, 2009;Hensel et al, 2018), de allí que se deberían aplicar pruebas adicionales, tanto serológicas pareadas como hemocultivos para su posterior identificación genómica. Los resultados obtenidos como seropositivos deben ser interpretados en conjunto con la signología clínica, ya que esto permitiría inferir que el paciente ha sido expuesto a la enfermedad (Ministerio de Salud, 2011).…”