“…El énfasis en la ontología y el dinamismo han inspirado estudios sobre los conceptos de persona y de humanidad en América más allá de la Amazonía: en el área andina y el Chaco (Canessa, 2012;Carlos, 2015;De la Cadena, 2015;Fernández Juárez, 2004;Muñoz, 2014;Muñoz y Gil, 2014;Platt, 2001Platt, y 2009Rivera Andía, 2005y 2014Tola, 2009), mesoamericana (Galinier, 1997;Gutiérrez Estévez, 2010;Martínez González, 2010;Pitarch, 1996Pitarch, y 2011Varese, 2011), en los llanos (Orobitg, 1998), en el área intermedia (Martínez Mauri, 2018) o en el litoral Pacífico (Praet, 2009a(Praet, , 2009b(Praet, y 2013Ventura, 2009), entre otros muchos, que sugieren la riqueza heurística del cuerpo y la persona y las relaciones entre seres y objetos para comprender el ser humano y sus límites, así como la necesaria mirada al dinamismo social y el contexto sociopolítico. Algunas etnografías parecían demostrar que las formas de identificación propuestas por Descola (2005) no eran compartimentos estancos -algo en lo que el propio autor había insistido al considerar, por ejemplo, el analogismo-, no eran uniformes en cada área donde eran dominantes, ni eran exclusivas de regiones ecológicas (Halbmayer, 2012;Varese, 2011); abrían así la vía para proponer regiones ambivalentes, muy a menudo explicables por el dinamismo, las interconexiones y el proceso colonizador, así como por fuerzas internas.…”