“…Como tal, el turismo rural es aquella actividad que implica viajar o visitar las áreas rurales (en sentido amplio) con finalidades múltiples, no limitadas a las siguientes: permanecer o pernoctar, comer o consumir (alimentos y bebidas o algún otro servicio), participar (en actividades o festividades locales culturales o de cualquier tipo), practicar (algún deporte o actividad de cualquier tipo), contemplar algo (como la arquitectura o la naturaleza) y experimentar algo (como una introspección, un encuentro o una trascendencia personal). (Baltazar & Zavala, 2015) Sus fortalezas pueden resumirse en la oferta de experiencias placenteras y tranquilas alejadas de las grandes ciudades, las cuales por lo general son de un costo no elevado entrando en contacto con el medio ambiente, esto para los turistas. Para los habitantes de las zonas rurales, por su parte, el turismo rural presenta la oportunidad de percibir un ingreso extra, mejorando sus condiciones de vida y conociendo otras formas de vida, a la vez que sus costumbres y tradiciones son valoradas y preservadas.…”