“…La lesión en la CPF ventromedial, compromete el circuito que integra, el área cingular y el sistema límbico, causando la suspensión en la comunicación entre las áreas emocionales y de procesamiento cognitivo, cohibiéndolas de información emotiva para la realización de metas y distorsionando la toma de decisiones, por la insuficiencia en la conexión de estados somáticos de recompensa y castigo, ocasionando incapacidad para prevenir beneficios o perjuicios y alterando el marcador somático. Frecuentemente y en la evaluación neuropsicológica, no muestra Parte 2 deficiencias en actividades cognitivas con inclusión de racionalidad, pero si, en la expresión emocional y experimentación de sentimientos (Bechara & Damásio, 2004;Perales, Nogueira-Cruz, Cruz-Quintana, Laynez-Rubio, Verdejo-García y Pérez-García, 2014), afectando las acciones sociales como la mentalización, cognición social, meta cognición, aprendizaje social (comportamiento de riesgo, robo, violencia y adicción) (Flores y Ostrosky-Solís, 2008), labilidad emocional, malas elecciones de amigos y actividades que llevan a pérdidas financieras y sociales, no aprendiendo de sus errores, reduciendo la apatía, iniciativa, alexitimia, hipolalia y restricción del lenguaje (laconismo, monosilábica) con trastorno pseudodepresivo y pérdida de supervisión atencional (Bausela-Herrera, 2012).…”