“…Diversos estudios muestran que en el mundo comunal existen desigualdades económicas y de poder y que las prácticas colectivas pasan más bien por un filtro racional costo-beneficio, motivado por intereses particulares -y hasta egoístas-, debido a la toma de conciencia de los pobladores en la cual su reflexión asume que 2 Espacios o zonas urbano-populares son «el resultado del funcionamiento y la coordinación de dos lógicas: la del mercado y la del Estado, pero también de una tercera: la lógica de la necesidad (Abramo, 2012). Esta necesidad, encarnada en las personas que habitan tales asentamientos, ha consistido en habilitar progresivamente el espacio conquistado, de tal manera que lo que originalmente era cerro, arenal, tierras eriazas, bosques o zonas residuales se convierta en parte de la ciudad ante la falta de habilitaciones urbanas por el Estado o del mercado formal (Riofrío & Driant, 1987)» (Velarde, 2017. el único camino para sobrevivir es trabajar bajo modelos colectivos, porque los individuales son considerados ineficaces para enfrentar las contingencias de entornos geográficos sumamente adversos y accidentados (Diez, 2006(Diez, y 2014Urrutia, Remy & Burneo, 2019).…”