En este artículo se reflexiona sobre el rol político y la agencia del territorio y su potencial para pensar críticamente las prácticas que impulsan pueblos originarios de la Argentina contemporánea para defender sus territorios. Se usa el análisis etnográfico de experiencias de dos pueblos diaguitas del valle de Choromoro, Tucumán, en el noroeste argentino: Los Chuschagasta y Tolombón, en el marco de conflictos territoriales durante los últimos diez años. Específicamente, se indaga en las prácticas y experiencias de las ofrendas y celebraciones a la Pachamama/Madre Tierra, considerando estos eventos territoriales y, en sí, al territorio, como lugares y excesos políticos, performativos, donde se dirime la permanencia y pertenencia en el territorio, antes que una interpretación estática, esencialista y folclorizada. En este sentido, las ofrendas y ceremonias a la Pachamama conforman prácticas territoriales que, en el marco de procesos de reivindicación identitaria-cultural y de conflictos, motorizan y reactualizan el proyecto político de defensa territorial. Las ofrendas constituyen usos del territorio, momentos espirituales, encuentros con los antepasados-ancestros, que distan de la manera en que el poder hegemónico las concibe. Por último, se espera aportar a los análisis que reubican estos otros lugares de enunciación, que incluyen a entidades no humanas, como excedentes de la política indigenista multiculturalista con sus lógicas y lenguajes de la tolerancia.