El colectivo LGTBI en el deporte como objeto de investigación sociológica. Estado de la cuestión

Abstract

El deporte ha sido históricamente un lugar de dominación masculina, reservado a un único colectivo: los hombres que cumplen con los requisitos de lo que Connell (1995) denomina masculinidad hegemónica (heterosexualidad, desarrollo físico, poca afectividad). Dicha dominación explica la escasa participación de las mujeres y el rechazo de la homosexualidad en la práctica deportiva. A pesar del cambio social experimentado en las sociedades avanzadas, el deporte sigue siendo uno de los pilares más acentuados de la dominación androcéntrica, con gran hostilidad hacia la presencia de gays y lesbianas en sus espacios de práctica, determinando estructural y simbólicamente la institución deportiva. Este artículo analiza el estado de la cuestión de la historia del deporte homosexual, los avances legislativos y normativos, y las principales líneas de investigación que desde las ciencias sociales se han desarrollado hasta nuestros días.

Actitudes hacia la diversidad sexual en el deporte en estudiantes de educación secundaria (Secondary Education Students’ Attitudes toward Sexual Diversity in Sport)

“…Dicho hallazgo coincide con las investigaciones llevadas a cabo en el ámbito deportivo por Gill et al (2006) y Piedra (20142016), con estudiantes universitarios cuyas carreras tienen una estrecha vinculación al deporte, o con las conclusiones realizadas por Crossway et al (2019), Ensign et al (2011) y Oswalt y Vargas (2013) con entrenadores. Esto podría ser explicado, entre otros aspectos, por las concepciones estereotipadas por las que se ha visto afectado el deporte (Barbero, 2003;Colás & Rodríguez, 2013), así como la mayor rigidez en los comportamientos impuestos hacia los chicos, fijados por la heteronormatividad y la mas-culinidad hegemónica propuesta en el ámbito deportivo a lo largo de la historia (Ayvazo & Sutherland, 2009;McCormack & Anderson, 2013;Moscoso & Piedra, 2019).…”

“…El ámbito deportivo es uno de los ejemplos más representativos (Devís, Fuentes & Sparkes, 2005), porque estos colectivos se convierten en foco de marginación, aversión y opresión (Clarke, 2002;Gill, Morrow, Collins, Lucey & Schultzet, 2006), pudiendo llegar a verse forzados a ocultar aspectos de su propia identidad sexual y de género por miedo a convertirse en objetivos de rechazo, intimidación, desprecio, violencia o aislamiento (Iglesias, et al, 2013). No solo en la esfera deportiva se presiona a estas personas a permanecer ocultas ante la imposición de la heteronormatividad (Moscoso & Piedra, 2019;Peter & Taylor, 2013;Piedra, Ramírez & Latorre, 2014), también se muestra de manera visible en el área de Educación Física (EF) (Devís, et al, 2005;Piedra, Rodríguez, Ries & Ramírez, 2013;Silva, Jaeger & Valdivia-Moral, 2018).…”

Gender identity and Olympic games: The iridescence in Tokyo 2020

“…Sociologically, sports are used to represent an element of sociological distinction, a mechanism for configuring gender identities that have been tacitly embodied in the social construction of the body of men and women (Bourdieu, 1988;Sánchez & Moscoso, 2015). In this setting, men have to be strong and energetic, while women must be harmonious and elegant, and this mechanism is also the origin of the modern gender stereotype to a certain extent (Moscoso & Piedra, 2019). Although modern sports have gradually weakened this concept and moved towards inclusiveness and equality, in some traditional countries, especially some Muslim countries, sports are still regarded as men's exclusive rights, and women's participation is rigorously restricted (Benn et al, 2012;Ahmad et al, 2020), not to mention that others gender identities is still defined as legally unacceptable.…”

“…This concept of strong male characteristics in sports rejects the expression of multiple genders and reflects the concept of hegemonism in sports (Griffin, 2012). The evolution of sports from ancient times to the present is based on the dual-gender relationship in what is considered typically masculine, feminine, so it represents a kind of heterosexual mechanism (Moscoso & Piedra, 2019) considerably. Scholars such as Foucault believe that heterosexuality can be understood as a power relationship through which sexual behavior is regulated, homosexuality is demonized, and other forms of gender identity become taboos (Foucault, 2005).…”

“…(FGG, 2021). In this sense, the history of Olympics participation of the LGBTIQ+ community is very recent (Moscoso & Piedra, 2019). However, according to some recent studies on the LGTBI population, at least 6% of the European population considered themselves a member of this group (Dalia, 2016), while the figure in the USA is 4% (Sageusa.org, 2020).…”