“…Las investigaciones biomédicas sobre los beneficios del deporte para la salud del gran público son igualmente aplicables a los internos, evidentemente: se ha demostrado ampliamente desde el punto de vista científico la relación entre una actividad física regular y buena salud cardiovascular o disminución de diabetes; así mismo son muchas las evidencias de mejoras psicológicas y mentales que el ejercicio produce (Márquez Rosa y Garatachea, 2010;Cordero, Masiá y Galve, 2014;Márquez Arabia, Suárez Gustavo y Márquez Tróchez, 2013;Battaglia, Di Cagno, Fiorilli, Giombini, Fagnani, Borrione, Marchetti y Picozzim, 2013) En el caso de los presos, las condiciones del encarcelamiento, en lo referente al aislamiento que provoca la privación de libertad, contribuyen al surgimiento de consecuencias físicas y psíquicas insalubres (Devís, Peiró y Martos, 2013;Courtenay y Sabo, 2001;Loeb y Steffensmeier, 2011;Plugge, Foster, Yudkin y Douglas, 2009;Marcus, Hamlin, y Lyons Jr, 2001), por lo que parece especialmente indicada la práctica de actividad física y deporte para mejorar su calidad de vida.…”