“…Los factores perjudiciales mencionados anteriormente repercuten negativamente en el gasto cardiaco de los sujetos tanto en estado de reposo como durante la ejecución de la actividad, lo que influye en el tiempo de recuperación fisiológica, haciéndola de esta manera que la prolongación temporal sea mayor, (Jenkins, Evenson, Herring, Hales y Stevens, 2017;Varney-Shaw, Bebarta-Vikhyat, Vargas-Toni, Boudreau y Castaneda, 2014). Así mismo, el aumento de la presión arterial se ve afectado por la pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos, las cuales como consecuencia estimulan el estrechamiento de estos en la musculatura cardiaca, afectando a su vez al resto de órganos vitales y a la reducción del gasto cardiaco, mediante la disminución del VO2 máximo, lo que conlleva efectos negativos sobre la frecuencia cardiaca y el volumen sistólico (González-Valero, Zurita-Ortega, San Román-Mata, Pérez-Cortés, Puertas-Molero y Chacón-Cuberos, Soori et al, 2017).…”