“…El juego es un reto que pone a prueba el intelecto y la creatividad (Chamoso, Durán, García, Martín, y Rodriguez, 2004), como los partidos de fútbol (Pineda Guillen y Méndez Guevara, 2014) o los videojuegos (Esparza Pérez y Asuman, 2014; Olvera, Martínez, y Villamizar, 2013). Si se aplicara el juego en la escuela, sobretodo en el área de matemáticas, entonces el estudiante se retroalimentaría de una manera positiva con el conocimiento adquirido, se le fomentarían relaciones sociales (Gairín-Sallán, 1990) y se le desarrollaría autoconfianza (Lucila Mendoza, Ulloa Ibarra, y García de Dios, 2014); debido a que se involucran emociones, creencias y actitudes (Brinnitzer et al, 2011).…”