“…Por ejemplo, en las hembras la subalimentación disminuye los niveles séricos de glucosa, insulina, leptina o IGF-I, y probablemente otras hormonas metabólicas o reproductivas (Meza-Herrera et al, 2004Scaramuzzi et al, 2006;Gámez-Vázquez et al, 2008;Guerra-García et al, 2009). Además, en las hembras subalimentadas con una pérdida de peso de alrededor del 12 % de su masa corporal, resulta en el retraso y supresión de los ciclos estrales, afecta la taza de preñez y la prolificidad de las hembras (Kusina et al, 2001). En las ovejas explotadas en pastoreo, suplementadas y en buena condición corporal, la fertilidad es más alta (80-94 %) con respecto a aquellas no suplementadas y en baja condición corporal (48-75 %; Ramón y Sanginés, 2002;Atti et al, 2004).…”