El objetivo de este artículo es abordar el fenómeno de la afección mediante un contraste con el tema de la cognición (humana), el cual aparece, por lo regular, en el primer plano de la investigación filosófica. Con la mira puesta en esta meta, el autor procede de la siguiente manera: 1) discute la tesis sellarsiana según la cual lo no-proposicional (por ejemplo, la afección) es epistémicamente ineficaz. Para ello, apela a la teoría de la experiencia pre-predicativa expuesta por Edmund Husserl, fundamentalmente en su obra póstuma Experiencia y juicio (1939); 2) sostiene que esta experiencia es no-epistémica y no es susceptible de ser eliminada o trivializada en favor de la hegemonía del espacio de las razones, o bien, de las descripciones empíricas enmarcadas en el orden causal. Dentro de este campo no-epistémico, 3) se concentra, por un lado, en la afección en cuanto algo pre-dado. Por el otro, intenta situar el fenómeno de la afección en el contexto del denominado “ABC de la constitución” (Husserl, 1966, p. 125). Con esto 4) busca refrendar la aseveración de Husserl según la cual la afección juega un papel central en la constitución de sentido, de modo que sin ella “no habría objetos en lo absoluto” (Husserl, 1966, p. 164). Para concluir, 5) intenta vincular la noción de afección con un ejemplo concreto de estar afligido, a saber: la experiencia del hambre tal como es descrita por Husserl en algunos pasajes de Problemas límite de la fenomenología (Husserl, 2014).