“…Para los fines de este texto, sin olvidar que se trata de una noción polisémica (Ramírez, 2007;Carrasco, 2011), este concepto se aleja de definiciones que sitúan el espacio público en la esfera política (Rabotnikof, 2008;Sousa, 2013), y se acerca a dimensiones de análisis que, como la apropiación, la pertenencia y las prácticas cotidianas, están directamente relacionadas con la experiencia espacial del espacio vivido (Lindón, Hiernaux-Nicolas y Aguilar, 2006). Las prácticas cotidianas o socioespaciales implican el sentido del lugar (Fu-Tuan, 1977;Ortiz, 2006;Ramírez, 2016), que, si bien genera confianza y seguridad, también puede conllevar situaciones de conflicto entre los usuarios por su uso (Salmenkari, 2009;Motta, Rosa y García, 2013;Ayala, 2015;Boy, Marcus y Perelman, 2015;Boy, 2018;Perelman, 2018).…”