“…Además, resulta recomendable realizar pruebas participativas siguiendo el formato de autoevaluación y/o coevaluación (Castejón y Santos, 2011;Ibarra, Rodríguez y Gómez, 2012;Trujillo, 2011), reforzando la implicación del alumnado con reflexiones sobre su propio aprendizaje y fomentando una mayor motivación (López-Pastor, González-Pascual y Barba-Martín, 2005; López-Pastor, Pérez-Pueyo, Barba y Lorente Catalán, 2016; Platero-Jaime, Benito-Hernández y Rodríguez-Duarte, 2012). Son numerosos también los autores que recomienda el uso de rúbricas como sistema de evaluación del alumnado y de la propia guía docente (Alcón Latorre, 2016;Alcón Latorre y Menéndez Varela, 2015;Martín et al, 2020;Menéndez et al, 2017) pero este recurso, bastante asumido en universidades del ámbito anglosajón, no está implementado sistemáticamente en las universidades españolas. En las guías docentes analizadas no se identificaron rúbricas detalladas para la evaluación de las competencias o los resultados de aprendizaje.…”