La disentería constituye una entidad conocida desde muy antiguo. Por supuesto -¡cómo no!-ya fue mencionada por Hipócrates medio milenio antes de Cristo. Compañera inseparable de la infantería en las largas marchas de la historia bélica, aparece en boca de Heródoto diezmando a las tropas que Jerjes dejara con Mardonio en Tesalia, luego de su desastrosa derrota en Salamina. "Y cuando no hallaban víveres algunos", cuenta en Urania, el octavo de los Nueve libros de la Historia, "contentábanse con la hierba que la tierra naturalmente les daba En la Edad Media se registra una gran epidemia en Bourdeaux, Francia, en el 1401, durante el curso de los enfrentamientos entre los bandos de Borgoña y de Orleans, que tuvo una letalidad superior a la procurada por las armas. Superado el brote, la bacteria causante permaneció al acecho, como si presintiera que estaba destinada a salvar al país de los apetitos ingleses. El 11 de agosto de 1415, Henry V desembarcó en Harfleur, sitiando esta plaza, que terminó por caer a mediados de septiembre, dando lugar a los inmortales versos de Shakespeare:Otra vez en la brecha, amigos queridos, otra vez, O a cerrar la muralla con nuestros muertos ingleses.La campaña de Henry V fue breve y se la recuerda, más por sus logros políticos, que poco duraron, por su glorioso triunfo en Azincourt. Los franceses, superiores en una proporción de veinte a uno, confiaban en tomar merecida venganza de su célebre derrota en Crecy el pasado siglo; en la noche anterior, seguros y jactanciosos, se jugaban a los dados el rescate que pagarían al día siguiente los prisioneros ingleses. El 25 de octubre, día de San Crispín, en un par de horas, Henry V obtuvo, al decir de Churchill, "la victoria más heroica que las armas inglesas han librado en tierra en toda su historia". Tras su victoria, Henry estuvo a un paso de reunir en su persona las coronas de Francia e Inglaterra, lo que se concretaría cuando muriese el Rey Carlos VI de Francia, pero la Shigella dijo otra cosa: "La fortuna, que le diera a Henry V cuanto pudo soñar, no iba a arriesgar tan buena labor concediéndole larga vida : en la pleamar de su poder y su buena fortuna murió, a fines de 1422, de una enfermedad contraída en campaña, probablemente disentería, contra la cual poco podía entonces la medicina" 3 .Esta epidemia, que siguió a la hazaña de Azincourt, duró muchos años y diezmó no sólo los ejércitos en campaña, sino los campos destinados a procurarles los alimentos. Contaminadas las aguas vecinas a los campamentos, sin nociones de higiene y sin ninguna intuición acerca de la forma de contagio, la diseminación por extensas zonas de Francia era inevitable. Tras largos períodos de calma, la endemia se expresaba en súbitos brotes rurales, en relación a los frecuentes conflictos bélicos, que terminaban por llevar la Shigella a las ciudades, situación que se mantuvo a través de la Revolución y del Imperio, hasta tiempos muy recientes. Durante la primera guerra mundial, entre 1914 y 1918, la disentería se hizo presente todos los años en la estación cálida,...