“…A menudo la biotecnología se presenta amenazante, pronosticando desenlaces fatales en forma irreversible, como la alteración de ecosistemas naturales al introducir especies transgénicas, mutaciones dañinas que podrían generarse en el laboratorio y efectos negativos en la salud de animales y seres humanos que consumen alimentos genéticamente modificados (26). El manejo sensacionalista de los medios produce un desajuste en relación con las medidas que podrían tomarse para mejoras en salud y desarrollo social, de acuerdo con bases científicas y participación ciudadana (27). Contar con la información adecuada, posibilitaría que los responsables de formular políticas pudieran asignar, de una manera racional, los escasos recursos disponibles en países en desarrollo, priorizando tecnologías y asegurando acceso equitativo, pero esto a menudo no ocurre (28).…”