Leopoldo Alas «Clarín» encomia Lo prohibido, que cuenta la vida inmoral de un perverso señorito que se desenvuelve con naturalidad en un mundo abyecto donde: «[…] Hasta los más sanos concluyen por acomodarse al principio de que las buenas formas redimen los malos actos» [Pérez Galdós, 2006: 176]. Ahora bien, Galdós parece contravenir el discurso decimonónico de género y adelantar temas como la decadencia moral y la crisis del ser humano, propios del siglo XX. Parece seguir sus pasos el mismo Alas «Clarín», al escribir su segunda y controvertida novela Su único hijo. Al hilo de estas consideraciones, cabe recordar que Alas «Clarín» en la reseña de 1887 de Los pazos de Ulloa asevera que «el Naturalismo es ya una antigualla» [Miller, 1993: 140]. Por ello no está de más decir que Lo prohibido y Su único hijo son novelas experimentales que se asemejan, en lo que se refiere a temáticas y técnicas, a Il piacere, novela del joven Gabriele D’Annunzio. En fin, el siguiente estudio quiere aseverar que Galdós y «Clarín» se adelantan al Modernismo y renuevan la novela decimonónica interesándose por el mundo de la perversión.