“…Como último componente las superestructuras educativas, establecidas por el autor, se visualiza a la investigación y el uso de internet como parte esencial del acto educativo -reflexivo, en donde el estudiante aplica todos los conocimientos adquiridos en el proceso formativo previamente desarrollado a través de los espacios virtuales. De este modo, lo extrapola a la resolución de problemas de la vida cotidiana mediante estrategias basadas en información (Moncada-Hernández, 2014), aprendizaje por descubrimiento (Eleizalde, Parra, Palomino, Reyna & Trujillo, 2010) y contrastación de saberes con entornos reales de experimentación (Torres et al, 2019), que den como resultado un posicionamiento de la mentalidad científica, la reflexión sobre los datos recopilados, la capacidad de solucionar problemáticas a través de la experimentación (ensayo y error) y el empleo experto de los recursos TIC a su disposición.…”