Democracy without Parties in Peru

Abstract

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Presentación: Ciclos y cambio en los sistemas de partidos en América Latina. Limitada consolidación, desinstitucionalización y colapso

“…Como se evidencia en este dossier, incluso sistemas de partidos considerados como fuertemente institucionalizados han experimentado procesos de desinstitucionalización en sus patrones de competencia interpartidista durante los últimos años, advirtiendo que los procesos de desinstitucionalización están lejos de ser aislados en América Latina. Estudios de caso previos ya habían señalado las limitadas raíces sociales de los partidos en países con alta o creciente estabilidad electoral como Chile (Altman & Luna, 2015) y Brasil (Zucco, 2015), y análisis comparativos recientes han señalado la tendencia generalizada hacia la desinstitucionalización de los sistemas de partidos a lo largo y ancho de la región (Sanchez-Sibony, 2022). Incluso los pocos países como Chile, Brasil, El Salvador o Panamá, considerados en influyentes estudios comparados de finales de la década pasada como sistemas de creciente institucionalización, con partidos relativamente fuertes (Bruhn,2016;Mainwaring, 2018), han visto a sus sistemas de partidos sufrir un marcado declive en elecciones recientes (Sánchez-Sibony, 2022).…”

“…Pese a la relevancia de la institucionalización, una buena parte de la literatura reciente ha demostrado sus límites, así como dinámicas distintivas en los sistemas de partidos latinoamericanos en las últimas dos décadas, de hecho, algunos comenzaron procesos de consolidación mientras que otros mostraron signos de declive o incluso de colapso (Mainwaring, 2018;Martínez-Hernández, 2022;Sanchez-Sibony, 2022). Durante este tiempo, algunos países experimentaron procesos de aparente estabilidad e institucionalización en sus sistemas de partidos como el caso de Uruguay, otros más sufrieron procesos de desinstitucionalización o incluso un colapso total o parcial de sus sistemas primigenios.…”

Why Latin American Parties Are Not Coming Back

“…To the extent that endogenous sources of deinstitutionalization are more powerful among diminished political parties than among more functional ones, the present (low) average regional level of partisan institutionalization bodes ill for party building prospects. Cases such as Peru or Guatemala (and Ecuador, to a lesser extent) provide a long track record of partylessness self-reproduction (Levitsky 2018;Sánchez-Sibony 2022, 2024. Where free-floating electorates exist, politicians have incentives to develop informal institutions and party substitutes to survive (Hale 2005, Levitsky andZavaleta 2016).…”