“…El déficit de datos y estudios de calidad lleva a recomendaciones, que, en su mayoría, son muy débiles. Sólo después de muchos años y miles de niños tratados en forma iatrogénica o fútiles, nos damos cuenta de la necesidad de revocación de una terapia previamente consensuada como la reanimación con fluidos hasta 60 ml/kg en niños graves, independiente de su estado cardiovascular, comorbilidades, terapia previa, curso de la enfermedad y antecedentes sociodemográficos de los pacientes [6][7][8]10,12,14 .…”