El presente trabajo se propone abordar el Primer Congreso Nacional de Filosofía llevado a cabo en la Universidad Nacional de Cuyo en 1949 con el objetivo de interrogarse respecto de su impacto y relevancia en el proceso de consolidación de un campo filosófico argentino. Se procederá a analizar la coyuntura de su realización, su vínculo, en tanto evento nacional, con el primer gobierno peronista pero también las diversas tensiones que lo recorren, inherentes al propio campo filosófico y a las disputas especulativo-académicas que habitaban en el seno de las universidades nacionales. Nos interesa comprender de qué forma emerge y se explicita en este Congreso la relación dialéctica que existe entre la filosofía argentina y la universidad como espacio fundamental en que aquella es desplegada, a la vez que preguntarnos por la institucionalización de la disciplina filosófica durante el primer peronismo, período en el cual se desarrolla una política de financiamiento y fomento de la actividad científica. La hipótesis que sostenemos es que el Congreso representa un punto de inflexión decisivo en la configuración de la práctica filosófica como campo especulativo y científico oficializado, que inevitablemente supuso disputas y exclusiones, viéndose entramado en una vinculación con la gestión del gobierno peronista.