Teresa de Cartagena es una de las personalidades históricas más relevantes de la Edad Media española. Intelectual conversa del siglo XV hispano, esta mujer, mística, sorda y escritora, es una más de las voces marginadas de fines de la época medieval, tanto por su clausura conventual, como por su aislamiento a causa de la sordera y por su condición femenina en el siglo misógino que le tocó vivir. Sus dos tratados, Arboleda de los enfermos y Admiraçión operum Dei, espléndidamente analizados por Ilse Díaz en este libro, dan cuenta del entorno familiar burgalés converso y culto en el que se educó Teresa junto a su abuelo Pablo de Santa María, un rabino erudito versado en conocimientos talmúdicos y filosóficos muy connotado, y su tío, Alonso de Cartagena, obispo de Burgos, quien había traducido a Séneca y cuya influencia se deja sentir en los tratados de la autora, por ser un autor clave que enfrenta al cuerpo, mortal y aprisionado por estar sometido a las necesidades, frente al espíritu, que podía ser liberado plenamente mediante la práctica de las virtudes y la disciplina mental. Dichos elementos son imprescindibles para la escritura de esta mujer que se dedica al cuerpo, a la fisiología femenina y a la enfermedad, con cuyas reflexiones contribuye al pensamiento filosófico, teológico y médico del siglo XV, así como sus parientes intelectuales judeoconversos habían influido, con sus respectivas obras, en la literatura hispánica y en la espiritualidad de fines de la Edad Media. Ilse Díaz analiza con singular destreza las fuentes estoicas en los tratados, específicamente, en la contextualización del neoestoicismo entre los conversoshumanistas del siglo XV, donde enmarca a la autora en su contexto formativo y educativo, con el fin de sentar las bases para una interpretación más extensa de las influencias de Séneca en sus textos y construye la biografía intelectual de la religiosa, conversa y mística. La propuesta metodológica del libro sigue los planteamientos de Michel Foucault sobre las “tecnologías del yo” y las dos formas de subjetivación: “el cuidado de sí” y la parrhesía. La enfermedad y “el cuidado de sí” son tratados bajo la óptica filosófica del “desprecio del cuerpo” para pasar al cuerpo sufriente que, sin embargo, puede conducir a la curación del alma. La primera de las obras de Teresa de Cartagena, Arboleda de los enfermos, se presenta como un texto filosófico sobre la experiencia subjetiva del dolor y el aislamiento, pero, al mismo tiempo, como un tratado médico para el alma. La segunda obra, Admiraçión operum Dei, se enmarca en el famoso debate del siglo XV, conocido como la “querella de las mujeres”, que iniciara Christine de Pizan sobre el vituperio o el elogio al sexo femenino, en el que misóginos y filóginos esgrimen argumentos en contra o despliegan catálogos de mujeres famosas y virtuosas a favor. La parte final del libro es una comparación necesaria de la obra de Teresa de Cartagena, Admiraçión operum Dei, y la “Respuesta a Sor Filotea” de sor Juana como defensoras ambas del derecho de la mujer a la educación (enseñanza y aprendizaje), al conocimiento y al trabajo intelectual. Teresa de Cartagena, la primera defensora de la mujer en la literatura hispánica, sienta las bases, desde el siglo XV, para la reivindicación de las mujeres en el ámbito intelectual y su voz será oída por otras mujeres futuras y a cuyo llamado también acudió la autora de este espléndido libro que ustedes van a comenzar a leer de la experta mano de Ilse Díaz Márquez, cuya sensibilidad y erudición los conducirán por terrenos antiguos y poco explorados que disfrutarán sin duda alguna con su prosa fluida y amena.
